Querido Manolo:
Conocerte fue un placer y un privilegio. Eras el amigo, el hermano, el padre, el marido, el jefeÂ… que todos queríamos tener. Sabemos que allá donde estés disfrutarán de tu compañía y se reirán con tus chascarrillos y bromas. Y sabemos que levantarás el ánimo a mas de uno porque siempre tendrás una frase y una sonrisa para hacerloÂ… como hacías con nosotros.
Las personas venimos a este mundo sin manual de instrucciones y debería ser imprescindible. Ahora mismo, seria de un valor incalculable para entender porqué te has ido.
Quizás, en la Biblioteca Nacional pudiéramos encontrar entre tanto y tanto libro incunable, el “porqué “ de tu ausencia…, “por qué“ las personas mágicas, buenas, especiales, se tienen que ir y dejarnos con este hueco en el corazón.
No olvidamos que siempre estabas allí donde hacías falta, poniéndote el mundo por montera y dando lo mejor de ti. Y con las mismas ganas y fuerzas que el primer día y sin dejarte achantarÂ… Manolo, sabemos que vas a seguir trabajando por nosotros y con nosotros. Manolo, te echamos mucho de menos y sabemos que tu a nosotros también.
Quisiéramos pedirte que no nos olvides, nosotros no lo haremos. Tu cariño y generosidad nos hacían mejores personasÂ… Quisiéramos pedirte que continúes apoyándonos para resolver los problemas como siempre hacías. Porque para nosotros, tu sigues siendo nuestro Patrono, estés donde estés y sabemos que vas a seguir trabajando duro porque sabes que te necesitamos y que vamos a seguir compartiendo todos los momentos contigo. Las personas como tú, Manolo, no deberían irse nuncaÂ…, pero lo has hecho. Tú no nos has dejado, te has ido a otro sitio.
“Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible"
(Jorge Luis Borges )
La familia de la Fundación del Lesionado Medular
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