La Fundación del Lesionado Medular se suma a la jornada del 8 de Marzo, un día de reivindicación y de visibilización.
La sociedad, con sus prejuicios y su mirada limitada, a menudo encierra a las mujeres con discapacidad en estereotipos. Las considera débiles, dependientes o menos capaces. Sin embargo, las mujeres con discapacidad han demostrado, una y otra vez, que estos estereotipos no tienen fundamento.
Yo también puedo.
La escuela de Audiovisuales ha trabajado con todas sus usuarias en un vídeo en el que, bajo el lema «Yo también puedo«, nos recuerda que la discapacidad no define el valor, ni el potencial, ni la capacidad de una mujer. Este lema es un grito de empoderamiento, un recordatorio de que no hay límites para lo que una mujer con o sin discapacidad puede lograr.
«YO TAMBIÉN PUEDO» es todo lo que queramos nosotras mismas.
Las mujeres con discapacidad tienen derecho a ser vistas, a ser reconocidas y a ser escuchadas. Y es por ello que, a través de estos pequeños minutos queremos mostrar que una silla no tiene por qué limitar, los límites nos los ponemos nosotros mismos.
Por un futuro morado.
Además de la presentación del vídeo por el 8 de Marzo, nuestro departamento de Terapia Ocupacional, con el apoyo de la Escuela de Audiovisuales, ha creado un espacio abierto y seguro en el Salón de Actos donde las usuarias se han maquillado o han aprendido a maquillarse. Os dejamos con algunas de las imágenes de aquél día.
Es importante recordar que la lucha por la igualdad de género no es completa sin la inclusión de todas las mujeres. La discapacidad no debe ser un obstáculo para alcanzar nuestras metas; al contrario, es un recordatorio de que las barreras existen en la sociedad, no en la persona.
Hoy, celebramos a todas las mujeres, pero especialmente a las mujeres con discapacidad, que nos enseñan con su ejemplo, que no hay límites cuando hay voluntad, cuando hay apoyo, cuando hay Comunidad. Porque todas las mujeres podemos, porque todas las mujeres tenemos derecho a vivir en un mundo sin barreras, un mundo donde nuestras capacidades sean reconocidas, celebradas y aprovechadas.
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