- La sociedad sigue siendo machista y, aunque la discriminación no sea tan evidente, sigue existiendo de forma más sutil.
- Debemos transmitir y potenciar el respeto a nuestros cuerpos y a la diversidad. […] Las mujeres del movimiento de vida independiente han luchado para demostrar que todos los cuerpos son bellos, valorando la diversidad y respetándola.
«33% de las mujeres con discapacidad han sufrido violencia de género. Y el 15% de las mujeres asesinadas, tenian discapacidad» fue el contundente dato con quien Mayte Gallego, vicepresidenta de ASPAYM Madrid y presidenta de FEMADEN, inauguró la jornada dedicada compartir, escuchar y comprender las EXPERIENCIAS DE MUJERES EN DIFERENTES ÁMBITOS, SITUACIONES
Y PENSAMIENTOS EN LA SOCIEDAD ACTUAL.
Comenzando con la presentación del vídeo que publicará la Fundación del Lesionado Medular el día 8 de marzo, en conmemoración de todas las mujeres, pero en especial de aquellas supervivientes a la violencia machista, realizado por la Escuela de Audiovisuales y coordinado por su profesora, Goizeder, se sentó el tono amable y cercano para las experiencias que nueve mujeres, representantes de todos los estratos de la sociedad, compartirían con todas nosotras a continuación.
Susana, Directora Gerente de la Fundación del Lesionado Medular y Directora de ASPAYM Madrid, fue presentada como «una mujer comprometida con la discapacidad y la lesión medular». Trabajadora Social por vocación, nos comentó que el trabajo social «es una profesión con un alto porcentaje femenino y dicen los estudiosos que, por ello, es una profesión menos valorada por el sector masculino». Además, recalcó que en la FLM, el 70% de la plantilla está formado por mujeres, sin existir discriminación de género, por salario ni en las oportunidades a los puestos de poder. Susana compartió que, a lo largo de su larga experiencia, ha comprobado que la mujer trabajadora tiene un «doble trabajo» por el papel de cuidadoras que ejercen en casa.
«El 85% de las reducciones de jornada son solicitadas por las mujeres para cuidados» fue una de las conclusiones a las que llegó Susana, complementada posteriormente por la moderadora con el dato referido a la reducción de pensión, derivada de estas reducciones de jornadas.
Ana, de la Oficina de Prensa de la Guardia Civil, nos explicó la ratio actual de 1:15 de mujeres en este cuerpo. Desde que en 1988 entraran por primera vez las mujeres en el ejército, la progresión ha sido lenta. Ana, Trabajadora Social, ha trabajado de 2005 a 2011 en el equipo EMUME (creados en el año 1995, son los equipos de Policía Judicial de la Guardia Civil especializados en hechos delictivos en los que se encuentran implicados mujeres y menores, tanto en calidad de víctimas como de autores). Allí, del equipo de 9 personas, 8 eran mujeres. «La mayor traba con la que se ha encontrado han sido otras mujeres». Aunque no los ha experimentado personalmente, sí conoce casos de compañeras que se han sentido desplazadas en su trabajo, sobre todo en sus inicios. «La Guardia Civil es una representación de la sociedad, con los mismos problemas».
Inma, deportista, nos comentaba que desde niña se ha encontrado con menosprecios de los compañeros con los que jugaba. Recibía insultos machistas de contrarios y de aficionados. Con 18 años jugó en 1ª división en el Rayo Vallecano, pero no cobraba nada, y seguía estudiando una carrera universitaria. Tuvo la oportunidad de irse a EEUU donde está reconocida la posibilidad de compatibilizar los estudios con el juego.
Ana, también del Rayo Vallecano, nos apunta que no se le permitió jugar al fútbol en el colegio en el que estudiaba y tuvo que apuntarse a otro equipo donde se sintió bien integrada dentro del equipo por parte de sus compañeros. Sin embargo, se encontró con padres que no estaban de acuerdo en que una niña disputara más minutos que sus hijos
Ambas compañeras nos comentan que «a día de hoy no podemos vivir del fútbol siendo jugadoras de primera división». Falta todavía que se reconozca el trabajo de las deportistas femeninas; actualmente, se está luchando por cambiar las cosas y se está trabajando en un convenio colectivo que tenga en cuenta las condiciones de las mujeres como, por ejemplo, qué pasa con la maternidad. La mujer en el deporte requiere un mayor esfuerzo por visibilizar su trabajo y sufre de peores condiciones salariales. Tampoco el deporte paralímpico se libra de este tipo de micromachismos: apunta Mayte que «también sufre esa invisibilidad y se sigue luchando por que se televise y que marcas inviertan en él».
Nuria es abogada y responsable de una oficina de accesibilidad en RENFE. Inició su carrera laboral en un gran despacho con falta de accesibilidad, lo cual supuso una menor integración con sus compañeros/as. Además, sólo el 16% de mujeres lograban ser socias del bufete, probablemente por el techo de cristal de la maternidad ya que la responsabilidad de cuidados sigue recayendo en la mujer. «La sociedad sigue siendo machista y, aunque la discriminación no sea tan evidente, sigue existiendo de forma más sutil. Muchas abogadas han influido en la ley de igualdad y de violencia de género, proponiendo enmiendas y planteando planes de igualdad y de conciliación.» Es importante destacar, en este ámbito, que, aunque el 62% de universitarios/as son mujeres, únicamente el 16% llega a socias de un bufete. «A los hijos hay que educarles en igualdad, pero la educación no es sólo de mujeres.»
Lidia es Policía. Estudió derecho y trabaja en el área de Participación Ciudadana, y nos comenta que las mujeres llevan 40 años en la policía. «Al principio, una policía embarazada de 6 meses seguía haciendo patrullas en la calle. Gracias a la lucha que ha habido, actualmente una vez se queda embarazada, se cambia de puesto a otro más adecuado». Un apunte importante para hacernos reflexionar fue que «la policía se nutre de la sociedad. Si la sociedad es mediocre, la policía es mediocre». Para Lidia, la cuestión de la desigualdad de género es una lucha continua. «El machismo está en todos porque lo tenemos desde nuestra educación. […]Las personas que atacan o dificultan el camino de otros es más por su propia mediocridad, al creer que pueden y no poder».
Marta, de la Asociación Herstóricas, era delineante en una gran empresa en Londres donde, a excepción de los Departamentos de Marketing, RRHH y Secretariado, la paridad era casi inexistente: la mayoría de los trabajadores, y especialmente en los puestos de poder, eran hombres. Esto demuestra que la desigualdad tampoco entiende de países. «Hay un vacío cultural sobre intereses y preocupaciones de las mujeres». Por esta razón, sus compañeras decidieron recuperar la historia de mujeres de Madrid, desde el anonimato, ya que en los libros de texto se habla fundamentalmente de política, guerras, algo de revoluciones y de derechos del trabajo. Si se estudia la Historia de mujeres de Vallecas, se comprueba que lucharon por una vivienda digna, para mejorar el transporte público, etc. «Con conceptos como los de Femme Fatale que ha habido a lo largo de la historia, al igual que en la crisis de 2007 y otras previas, las más perjudicadas han sido las mujeres». Además, Marta apuntó que «el concepto de que las mujeres no pueden trabajar juntas es un estereotipo, pero juntas se han conseguido los derechos que se han ido reivindicando».
Carolina se presenta como «Sexóloga en ciernes». Define «sentirse mujer» como un «concepto que no es estático, es un proceso de transformación continuo y transversal». Carolina denuncia que, gracias a la imagen de cuerpo que se genera, la industria farmacéutica, de la alimentación dietética, etc. tienen su negocio. El cuerpo cambia por la edad, si se tiene diversidad funcional, después de la maternidad, etc. «Debemos transmitir y potenciar el respeto a nuestros cuerpos y a la diversidad. […] Las mujeres del movimiento de vida independiente han luchado para demostrar que todos los cuerpos son bellos, valorando la diversidad y respetándola». La valoración subjetiva que hacemos de nosotras debe ir más allá de lo físico (piensa, siente, goza, etc.). La sexualidad de las mujeres ha sido siempre relegada a un segundo plano y hay que reivindicar desde que aparezcan en los libros de texto el aparato reproductor externo femenino y no sólo el interno, pues así lo que se está transmitiendo es una imagen de un «cuerpo para la procreación» y no como placer. Esto podría perpetuar en el tiempo abusos al no considerar un cuerpo con diversidad como deseable… ni por el entorno ni siquiera por una misma. «Aunque debamos apropiarnos de nuestra genitalidad como mujeres, para recuperar nuestro cuerpo entero y no sólo la parte que nos relega a la mera procreación, sino aquella dedicada al placer, y por eso es importante reconquistar la vulva y el clítoris desde lo conceptual y lo lingüístico; también debemos hablar de otras zonas del cuerpo para deleitarnos y de otras maneras, porque la sexualidad es mucho más que la mera genitalidad.».
Mayte, que además de toda su actividad en el Tercer Sector se define como mujer y madre, apuntó que, en el caso de las mujeres con discapacidad intelectual, todavía es peor. «Detrás de un caso de prostitución de una mujer por parte de su familia, siempre hay discapacidad intelectual. […] Existen barreras mentales: mientras que las mujeres tienen presión social por su maternidad, las mujeres con discapacidad tienen presión social para no ser madres. Para adoptar, además del ‘embarazo burocrático’ también hay que pasar el requisito de que ‘las parejas están bien, física y psíquicamente’ por lo que el evaluador casi siempre echa para atrás los casos con discapacidad.»
Mayte pudo adoptar, y lo hizo en China porque veía importante poder adoptar en un país donde se mata a las niñas por el sólo hecho de serlo. Considera que los hijos de personas con discapacidad son mucho más responsables porque tienen que aprender antes que otros niños algunas habilidades. En caso de separación, la custodia, por la concepción que se tiene de la discapacidad, va hacia el padre o madre sin discapacidad, lo cual supone un miedo para la persona con discapacidad.
La jornada concluyó con la firme intención de potenciar las entidades que defienden los derechos de las mujeres con discapacidad, como la Fundación CERMI Mujeres o ASPAYM Madrid y su grupo de mujeres, además de con la invitación a participar en la huelga del 8 de marzo.
2 Responses
Carolina
En realidad, lo que dije es que aunque debamos apropiarnos de nuestra genitalidad como mujeres, para recuperar nuestro cuerpo entero y no sólo la parte que nos relega a la mera procreación, sino aquella dedicada al placer, y por eso es importante reconquistar la vulva y el clítoris desde lo conceptual y lo lingüístico; también debemos hablar de otras zonas del cuerpo para deleitarnos y de otras maneras, porque la sexualidad es mucho más que la mera genitalidad.
Comunicación FLM
¡Gracias por la aclaración! Lamentamos haber expresado mal la idea… 🙁 Pero nuestra intención es buena. ¡Un abrazo!