La espasticidad es un trastorno sensitivomotor que desarrollan alrededor del 70% de los pacientes con lesión medular. Se define como un incremento del tono muscular dependiente de la velocidad. Su fisiopatología no se conoce con precisión, pero es evidente que intervienen, entre otras estructuras, el tronco cerebral y la médula espinal.
La espasticidad se caracteriza por hipertonía, espasmos y la aparición de posturas anormales. A menudo la espasticidad se presenta en patrones clínicos característicos, similares para las diferentes etiologías neurológicas. Los patrones de espasticidad más comunes son:
- Para el miembro inferior: Aducción y extensión de cadera, extensión de rodilla, pies equinos y garra digital con hiperextensión del primer dedo
- Para el miembro superior: Aducción y rotación interna del hombro, flexión de codo, flexión de muñeca, dedos en garra y pulgar incluido en la palma.
La espasticidad es un fenómeno duradero, dinámico y cambiante, con múltiples factores que influyen en ella y, por tanto, que habrá que valorar en su evolución y tenerlos en cuenta para programar un tratamiento efectivo.
La valoración y tratamiento de la espasticidad debe ser realizada por un equipo interdisciplinar, donde los profesionales desarrollen un trabajo coordinado y complementario. El tratamiento de la espasticidad debe ser individualizado y los objetivos han de consensuarse con el paciente y la familia. Dentro de este tratamiento hay una parte farmacológica que debe ser ajustada por el personal médico y una parte de terapia física.
Terapia física de la espasticidad
La finalidad es mejorar la funcionalidad, favorecer una correcta higiene postural, disminuir el dolor y prevenir complicaciones con el objetivo final de promover la mayor independencia funcional y calidad de vida posible. A continuación os detallamos algunas de las intervenciones que se desarrollan desde el área de Terapia Ocupacional para el tratamiento de la espasticidad.
Asesoramiento en el posicionamiento
Un posicionamiento adecuado debe realizarse procurando preservar la máxima capacidad funcional y simultáneamente, mantener una correcta higiene postural que ayude a evitar retracciones articulares, contracturas y deformidades articulares, que aparecen como consecuencia de la espasticidad.
Cinesiterapia de miembros superiores
Comprende las movilizaciones articulares y los estiramiento de la musculatura espástica.
- Movilizaciones articulares: movilizaciones pasivas dentro del rango articular no doloroso para prevenir complicaciones ortopédicas.
- Estiramientos de la musculatura espástica: puede ser manuales o asistidos mediante elementos externos (dispositivos robóticos: Rehadigit, Armeo, Bimanutrack) con el objetivo de normalizar el tono muscular. La duración del tiempo de influencia en el tono muscular oscila entre 30 min y 6 h.
Ejercicio activo
El objetivo es restaurar el movimiento contemplando la interacción de agonistas con antagonistas y facilitar la acción del antagonista que trabaja en contra de la espasticidad. Con la práctica el músculo puede ser fortalecido y esto ayuda también al manejo del desorden motor y la espasticidad.
Reeducación de las actividades de la vida diaria
Mediante compensaciones que modifiquen la tarea, o adaptaciones que incluyan el uso de productos de apoyo. Además, se educa a la persona en el manejo de su espasticidad, para evitar movimientos rápidos y bruscos, que pueden incrementar la espasticidad e interferir en la autonomía. Esta intervención se realizará en aquellas personas cuya espasticidad le impida realizar la tarea de forma independiente.
Fabricación de férulas y ortesis
La utilización de elementos ortésicos de posicionamiento previene los acortamientos musculares que conducen al aumento del cuadro de espasticidad, así como futuras deformidades articulares.