Marcha nórdica, una forma diferente de reeducar la marcha

Marcha nórdica, una forma diferente de reeducar la marcha

En el artículo de hoy queremos hablar de uno de los tipos de reeducación de la marcha que más usamos desde el departamento de fisioterapia: la marcha nórdica o marcha con bastones.

La marcha nórdica está considerada como una modalidad deportiva. Fue aceptada por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada en 2015. Nace en Finlandia en 1930 con el objetivo de simular la actividad de esquí nórdico durante la temporada de verano y mantener así la forma física de los deportistas. Tal fue la acogida, no solo por esquiadores sino por la población general, que pronto se crearon las primeras escuelas de marcha nórdica o marcha con bastones.

Cuando hablamos de marcha nórdica nos referimos a la deambulación mediante bastones o palos de trekking. Estos bastones están diseñados de manera específica para el desarrollo de dicha actividad, con el objetivo de optimizar el esfuerzo físico realizado en el movimiento bio-mecánico de nuestro cuerpo al deambular.

Con los bastones, conseguimos una implicación del tren superior que, sumado al del tren inferior, genera una mayor eficacia del movimiento. Aunque existen posibles variaciones, se describen tres técnicas diferentes: la original, la metodología de los 10 pasos y la Alfa-247.

Los que acudís a nuestro gimnasio para rehabilitaros probablemente lo hayáis visto alguna vez durante nuestras sesiones. En las imágenes podéis ver a dos de nuestros usuarios desplazarse a través de este tipo de marcha.

Beneficios de la Marcha Nórdica

En comparación con la marcha normal, ésta es una técnica más aeróbica ya que implica también el uso de los miembros superiores. El hecho de conllevar un trabajo de tipo cardíaco también mejora la circulación sanguínea general.

Además, mejora la postura corporal, favorece la coordinación, reduce el riesgo de osteoporosis -ya que este tipo de marcha se considera un estímulo de bajo impacto- y es uno de los deportes donde más músculos se ven implicados.

Por último, es una manera de dinamizar el tratamiento y trabajar la reeducación de la marcha de una manera distinta a la habitual. Y eso siempre genera una mayor motivación tanto para el usuario como para el fisioterapeuta.

¡Esperamos que os haya resultado interesante este artículo y os animéis a probarlo durante las próximas sesiones de rehabilitación!

1 Responses

  1. Francisco
    | Responder

    Tengo mielopaticervical y estoy operado puedo hacer marcha nordica

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